jueves, agosto 24, 2006

Usted es de los intelectuales que odian a Harry Potter?

Yo no.

Lo odié por muchos años porque la moda me exigía. Si no lo odiabas no eras intelectual. Yo fui de aquellos que me aprendí de memoria aquel discurso de comparar a las grandes novelas (de Joyce para abajo) con la novela de la Sra. Rowling y, claro, decir que su "Harry Potter" es una basura mal escrita, que no tiene ninguna opción literaria, que no está bien narrada, que no hay técnica. Que es puro entretenimiento. Me aprendí el discurso sin haber leído la obra y sin ni siquiera acercarme a las películas. Pero fueron mis hijos los que me condujeron a la obra del niño mago. Vi entonces la película de Cuarón ("El prisionero de Azkaban") y luego, junto con la presión de mis estudiantes de bachillerato en el colegio, entre en las novelas para poder hablar sobre el tema. Leí entonces de un tirón los seis libros. Y lo terrible es que me gustó.

Rowling ha creado una atmósfera paralela a la nuestra. Otro mundo que camina en linea horizontal al mundo de la realidad: el universo de la magia. Ha puesto significación a ese mundo oculto que es nuestro mundo metaforizado: una realidad disfrazada de fantasía. Los primeros libros tienen ese gustito infantil que conducen a que la lectura sea agradable. Además me gusta que Rowling no prejuzgue a los niños. La literatura infantil actual está poblada de "mensajillos" muchos de ellos cursis, llenos de diminutivos obsoletos y tontos, en cambio Harry Potter se maneja en un lenguaje que sacude, que oprime, que apasiona. Ningún libro infantil ha llegado a lindar por estos derroteros (hablo del Ecuador, que dicen que anda en boga con su literatura infantil).

He oído a muchos intelectuales que dicen que Harry Potter está mal escrito y, permítanme decirles que yo no he encontrado ningun error sintáctico, verbal, ni de tiempo, ni de forma, ni de ortografía en sus páginas. Y es lógico, con el dinero de Rowling se podría pagar a toda la Academia de la lengua inglesa para que corrija la obra íntegramente. Son frases de los intelectuales que no leen, si no que se dejan llevar por el impulso de la moda. He oído que Harry Potter es light, que no hay profundidad: no me consta. Hay mucha mas profundidad que en algunos poetas de este país a los que se les considera el plus ultra del universo. He oído que Harry Potter, por haber vendido más de 720 millones de ejemplares en el mundo, es basura. no lo creo. ¿Qué tiene que ver esta saga con las novelas "fuleras" de Marcela Serrano o de Zoe Valdez; nada que ver con la última Isabel Allende o con Angeles Mastretta. Con Rowling hay un ferviente grado de juego y de verdad. En las novelas de las autoras nombradas hay solo burdas historias con discursos feministas.

Rowling no es Joyce para cambiar la estructura de la novela, ni es Javier Marías para utilizar un lenguaje perfecto. Tampoco es García Márquez para construir un discurso poético ni Vargas Llosa para depurar el lenguaje. Pero tampoco es Paolo Coello que escribe en buen "lugar común", de lo que Dios nos libre.

Señor intelectual, dignísimo cultor del idioma y del pensamiento. Atrevase a leer Harry Potter y rompa sus esquemas.

Ya no me duele decirlo: A mí me gustó.

martes, agosto 22, 2006

ANTOLOGÍA DEL NUEVO CUENTO SUDAMERICANO

En noviembre del 2004 la editorial española "Páginas de espuma" tuvo la gentileza de pedirme que haga de editor por Ecuador para la publicación de la bellísima edición del libro "Pequeñas resistencias 3: Antología del nuevo cuento sudamericano". Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela eran los países convocados para semejante suceso. Cada país debía tener un editor local que además estuviera incluído en la antología con un cuento representativo. Se me pidió escoger a tres escritores ecautorianos más nacidos desde 1960 en adelante y que tengan una representatividad en el género del cuento. Luego de hacer las respectivas lecturas me incliné por los guayaquileños Carolina Andrade y Marcelo Báez y por la quiteña Lucrecia Maldonado. Debía buscar nuevos nombres que no hayan sobresalido afuera. El libro de 420 páginas fue presentado en la Feria internacional de Guadalajara con un enorme éxito. Por poner un ejemplo los nombres que figuran son: Marcelo Birmajer y Guillermo Martínez de Argentina; Alberto fuguet de Chile; Jorge franco de Colombia; y, Santiago Roncagliolo de Perú. El texto consta de 50 autores de los 9 países. A cada editor se nos pidió responder a nueve preguntas que formarían parte del pólogo, incluyo a continuación mis respuestas:

1. Generalizando, ¿crees que el cuento sudamericano tiene (o ha tenido históricamente) unos rasgos comunes, alguna peculiaridad con respecto al cuento de otras regiones?

Sudamérica ha sido siempre cuna de la gran cuentística en español. El género en el continente del sur ha llegado a grados altísimos y ha descubierto nuevos horizontes sobre el género. El decálogo del cuento de Quiroga, el absoluto misterio borgeano y la extraña personalidad del cuento vanguardista con Macedonio Fernández, Pablo Palacio y Felisberto Hernández, dan pauta del gran nivel del género que ha dejado precisiones sobre el hecho. Cortázar y Borges son cuentistas absolutos, y el segundo, inclusive, convirtió al cuento en una especie de hito dentro de los géneros literarios, inclusive más allá de la novela, de la que se afirma que es “el género por excelencia”. La brevedad del cuento se ha hecho una realidad mucho más palpable en el siglo XX, luego de haber mantenido tradiciones europeas en cuentos de gran factura y extensión (Chejov, Mauppasant, etc.). La vanguardia del “boom” en Sudamérica, hizo del cuento un fenómeno masivo e importante.

2. Breve canon de urgencia con los que, a tu juicio, serían los diez maestros del cuento sudamericano del siglo XX. ¿Qué relación crees que mantienen los cuentistas actuales con esa tradición ilustre (parricida, nostálgica, epigonal, indiferente...)?

Por un momento pensé que era fácil entablar una lista de diez grandes maestros del cuento sudamericano en el siglo XX, luego, ya al razonarlo, me di cuenta de la terrible dificultad del mismo. Por la enorme calidad de los autores y porque en muchos de los seleccionados habría que descontarles ciertos textos que no brillan como otros. De cualquier forma mi lista es la siguiente, sin que el orden represente un gusto mayor por tal o cual escritor: Jorge Luis Borges, Felisberto Hernández, Gabriel García Márquez, Pablo Palacio, Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar, Bryce Echenique, Horacio Quiroga, Bioy Casares y Macedonio Fernández. Todo cuentista actual regresa a verlos. El parricidio, poco a poco, ha ido bajando su absurdo enfrentamiento en las nuevas generaciones de narradores. Se debe tener una visión miope para no volcarse a la lectura de los mencionados y no encontrar alguna referencia en la cuentística actual. Sin embargo he notado que esta generación tiene un cierto miedo a caer en las redes del realismo mágico, aquella forma absolutamente pegajosa (y maravillosa) que tiene Gabriel García Márquez para contar su realidad (la de todos). De cualquier forma siguen abultando las páginas del nuevo cuento sudamericano los borgeanos, los cortazarianos, entre muchos otros.

3. ¿Consideras que el cuento es un género específico y autónomo? ¿Por qué?

Absolutamente. El cuento tiene una autonomía total. El cuentista piensa su historia en la forma ágil, en el final contundente, en los personajes específicos, en la brevedad, en la concisión. El argumento del cuento debe ser razonado para esa forma. El cuento no es un fragmento de la realidad, es un planeta pequeño, un flash completo, cerrado, absoluto. Mientras respondo esta pregunta pienso en Borges (¿cosa extraña?), en su ceguera repleta de mundos, en su universo inmenso plasmado en sus mínimos cuentos. Eso lo dice todo.

4. ¿Qué aportaciones teóricas de interés, y qué innovaciones técnicas en la práctica del cuento, han tenido lugar en Sudamérica desde la década de los 90?

Creo más bien que se ha dado una suerte de literatura más ligera, mucho más “Light” que en otras épocas. Los aportes interesantes de esta generación son muy difíciles que se puedan establecer ahora, siendo una generación de novísimos que inician su oficio con una tradición absolutamente inherente al oficio. Los maestros “clásicos” ya lo intentaron todo y lograron adaptar al género con innovaciones insuperables (todas válidas). El nuevo cuentista sudamericano se enfrenta a un oficio estable desde cualquier punto de vista. Sus aportes se verán reflejados en el futuro. Me resulta muy temprano hablar de ello.

5. Ya ciñéndonos a tu país de nacimiento, ¿qué corrientes y autores nacionales consideras indispensables en la trayectoria del género?

En Ecuador, la generación de los años 30 marcó el camino de la literatura ecuatoriana de la prosa en general. Considero un hito de nuestra literatura a José de la Cuadra, gran autor del realismo social, que identificó, con absoluta novedad, las características de los habitantes de la costa ecuatoriana, universalizándolos y volviéndolos arquetipos de personificación para entender la realidad social de la época. De la Cuadra es considerado, por una gran parte de la crítica, como el precursor del realismo mágico en América Latina. Pablo Palacio, nuestro enorme y prematuro vanguardista, fue el gran cuentista urbano. Pese a que su generación pendía del “Indigenismo”, con Jorge Icaza como la cúspide del Realismo social, Palacio habló de temas tabúes, absolutamente desconocidos en el género, como la homosexualidad, el periodismo, el habitante de la ciudad, entre otros. En los años 60-70 surgió en Ecuador una generación que revitalizó al género. Cuentistas citadinos, fantásticos, de absoluta vanguardia, dejaron escrito lo mejor del género: el premiado Raúl Pérez Torres (Premio Casa de las Américas), Abdón Ubidia, Javier Váscones, Jorge Dávila, Raúl Vallejo, Francisco Proaño Arandy, entre muchos otros.

6.¿En qué situación se encuentra el género del cuento en tu país (autores, crítica, medios de comunicación, lectores, industria editorial...)?

El cuento en el país es, junto a la novela, el género mimado de las editoriales y del público lector. Goza de credibilidad en las librerías. El autor ecuatoriano ha dejado de pensar que el cuento es una antesala hacia la novela. Muchos novelistas han encontrado en el género enormes satisfacciones para quedarse en él. Sin embargo los problemas de difusión continúan. Ecuador sigue siendo el país de América Latina que goza de un anonimato gratuito en el mundo de habla hispana, debido a su poca difusión editorial. Creo firmemente que la literatura de mi país debería estar catalogada como una de las más firmes y prometedoras literaturas del continente.

7. A tenor del trabajo de campo realizado para elaborar tu selección, ¿se puede hablar de una nueva generación de cuentistas nacionales? En caso afirmativo, ¿cómo la caracterizarías?

La novísima generación de cuentistas ecuatorianos está en formación. Creo, sin embargo que esta generación esta poblada de nombres femeninos, con una literatura de indudable calidad, así como otro grupo que persigue la literatura de consumo y desecho, inspirada en algunos nombres que han llegado a la cúspide de la literatura light. Las mujeres son la nueva promesa narrativa en el Ecuador: Gilda Holst, Liliana Miraglia, Yanna Haddati, Lucrecia Maldonado, Elsy Santillán Flor, Maria Eugenia Paz y Miño, Aminta Buenaño, Valeria Muñoz, entre muchos otros nombres, confirman lo dicho.

8. ¿Detectas una presencia de temáticas políticas o cuestiones sociales en la nueva generación de cuentistas?

Poco a poco el discurso localista ha sido superado por una especie de moda infiltrada, por una suerte de “globalización temática”. Esto me parece triste. El nuevo cuentista no habla de temáticas locales, ni participa en el convivir nacional, a través de su obra, si no que ha decidido huir de él, enfrentando temas que interesen a todos. Creo absolutamente que un autor no se universaliza por su temática universal, si no, precisamente, por enfrentar de manera universal su realidad, que no es mismo.

9. ¿Cómo se relacionan entre sí las narrativas de los diversos países sudamericanos? ¿Existe un intercambio, un conocimiento, una influencia mutua?

Las editoriales están destinadas a buscar lo que se vende, no los aportes verdaderamente literarios. Siento que los editores ya no leen el texto a ser publicado, si no que se fijan mucho en el autor, en lo que él ha representado dentro de la literatura de consumo, en su “fama”, en lo extra literario. Esto es perjudicial para la literatura como género. Un intercambio bibliográfico de nuevos autores sudamericanos aún no se ha podido dar. Es prematuro y utópico. Sin embargo creo que existen ciertos rasgos particulares que unen a esta generación de nuevos cuentistas: el hecho de vivir en países de constante desarrollo, su lucha por llegar, por conquistar, su individualización total, su brevedad, su facilidad tecnológica, influyen para que el cuento llegue más, se preocupe más por el lector y logre cumplir el único objetivo del creador: la satisfacción de haberlo hecho y el placer de sentirse leído.

miércoles, agosto 09, 2006

MUJER DE PELÍCULA

Valeria Muñoz Vásquez (Quito, 1976). Licenciada en Letras, Master en Proyectos Educativos y Sociales. Ha publicado el libro de cuentos “Fiel en el crepúsculo” (b@ez.oquendo.editores, 2000). Profesora de Literatura y Expresión Escrita en instituciones a nivel medio y superior.
Su pasión por el cine la ha llevado a constancias incursiones en la crítica.

Su nuevo libro, prologado por ulises Estrella, contiene en sus páginas a un grupo de mujeres que se han visto reflejadas en un puñado de películas. Ellas tienen razón al hacerlo porque siempre la vida es el reflejo de otra vida en otro tiempo o en otra realidad. Por este lado de la vida y por el otro, unas siluetas femeninas se enfrentan con su otro yo, con el alter ego de su mundo: el cine.
Así parece decirnos Valeria Muñoz en este bello tomo de narraciones cortas, creadas con exactitud y sin excesos. Cada mujer se ve en cada película. Cinema Paradiso de Tornatore; Las Horas de Stephen Daldry; Ocho mujeres de Ozon, Kamchatka de Marcelo Pineyro son, entre otras, las atmósferas traspolarizadas del celuloide a las vivencias de mujeres y, de sus vidas, a la literatura.
Cuentos diferentes de una voz que cada vez se reafirma más sólidamente en la nueva narrativa del Ecuador.

He aquí una muestra de estas perlas reales:

JUNTO A LA SILLA

Basado en el cortometraje “El Cuento de una silla”
de Norman Mc. Claren
Busco una silla para que repose mi oscuro sentido de la comodidad. Ahí está. Rebusco en mi memoria para recordar cómo es, para qué me sirve, y cómo soportará mi peso sobre ella. Ya la tengo a mi lado, lista para ofrecerme
sus servicios. Pero , ¿Qué pasa? ¿Por qué se mueve? Debería estar inmóvil, es lo que el mundo conoce como una silla. No entiendo su absurdo jugueteo, se mueve, se inclina, me evade, me atormenta. Necesito de sus servicios, quiero leer, acomodar mi parte trasera para hacer lo de siempre, lo necesario, lo justo: sentarme.
Intento una, dos , mil veces. ¿qué sucede? Parece que la indomable me quiere hablar, me hace girar en torno a ella, me hace pensar, me hace imaginar, logra hacerme crear. ¿ Crear? Había olvidado lo que eso significa. Creo que empezaré a escarbar de entre la basura , la palabrita debe estar escondida en algún anaquel de mis circuitos interiores. Si, así es, ya la veo , a lo lejos.
Es cierto, hay otras opciones, el suelo. Me acomodo, empiezo a leer. No puede ser, me distrae de nuevo, ¿Qué quiere la audaz?. Me coquetea, me incita a volver a pensar. Está bien , lo intentaré otra vez.
Fallé, no puedo. Sigue moviéndose, parece darme pistas. No entiendo. Tanto movimiento empieza a elevarme de la convencionalidad. Quiere volverme loco o convertirme en poeta. Veo la maldita silla otra vez. ¡Ya está! ¿Por qué no ella sobre mí y no yo sobre ella?.
Desde ahora ya no será la silla que todo el mundo conoce y yo me convertiré en artista. Y viviremos felices para siempre.

sábado, agosto 05, 2006

"El Rafa Tobar"

Rafael Tobar nace en Quito en 1980. Adolescente aún, se inicia en el oficio de construir versos. Estudia en la PUCE y se gradúa como Arquitecto. “En piel de otro” es su primer poemario publicado.
Así reza la solapa del libro No. 2 de la Colección "El ángel Terrible" de ELANGEL Editor. El talento desplegado por esos poemas cortísimos y pasados por la lija del tiempo se deja ver en su libro. Sobrino nieto del enorme Paco Tobar García, Rafa no es impaciente y sabe que su poesía crecerá y se fortalecerá. Por ahora una muestra al azar de su trabajo.

***
Sobre mis rodillas ruego,
después de haber salido de mi casa,
haber perdido y mentido
la mayoría de veces, que mi infame pecado
no se filtre a mi niñez
con resultados precoces
de Su manera
de la tuya
o de la mía.

***

Es adecuado en la partida
ese cuello femenino,
esa huida sonriente,
un apretón,
todo esto y todo lo demás;
entonces, por último,
de espaldas la llegada.
Son partícipes de vez en cuando
sus cualidades destinadas,
sus dientes separados,
su forma de introducirse,
por primera vez,
con su talento y su equipaje.
Apreciando directamente
la criatura que ella misma
sigue siendo;
es;
y aparece de su típico vivir
mi envidia y vagos camuflajes.
no es, propiamente,
nada,
excepto mía.

***

Es la virtud de algunos
su sombra,
que aventaja de un apretón hablado
los sellos,
las ciudades,
sus peinados ...
apenas, sin saberlo.
Cómo histéricamente
se acerca y pelea
el que ruega
cuando aprieta tales esperanzas;
se acobarda,
se apretuja, advierte como algunos
que todos son hombres,
estiran los brazos,
se callan,
envidian,
se amontonan.

***

Son las personas
huidas,
con presurosas escapatorias,
las que insinúan, sin saberlo,
el agrio olor acompañado,
noches tibias
y pelo negro.
Son, de nuevo sin saberlo,
las únicas habitantes
de profundos huecos negros,
de esperanza,
reconocimiento,
y toráxicos ruegos contados.
Son pocos los amaneceres
de intercambio:
de poses atestadas,
no continuas
y prisas encendidas,
de treinta años
más tres seguidos.
Volverás tu cabeza
a mi estable consejo,
tal vez en enero o en marzo,
o en agosto, de nuevo.
Es tu cuchara en tu boca,
tu rutina, y ronquidos,
lógicamente tu pulso,
los que presumen repetidamente
tu vida perpetua.